Tabla de popó - ¿Qué significa la popó de tu bebé?

Señales y síntomas

Los patrones y la frecuencia de las evacuaciones varían de un niño a otro, por lo que no hay una regla estricta que pueda determinar si tu bebé está estreñido. Sin embargo, te mostramos algunas señales que pueden ayudarte a decidir si hay razón para preocuparte por tu bebé:

Tiene dificultad para hacer popó 

Rechaza ir al baño, comportamiento de retención

Manchas de popó en la ropa interior de tu hijo por incontinencia

Produce heces inusualmente sólidas o grumosas

Experimenta dolor anal y/o tiene heces con sangre

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Identificando la popó de tu hijo/bebé

Te mostramos una guía visual útil para evaluar si tu hijo está estreñido con base en sus heces. Aunque es fácil preocuparse al ver heces de forma o consistencia inusuales, puedes consultar una tabla de heces como la que incluimos en esta sección para saber si éstas en verdad son un síntoma de un problema en el tracto gastrointestinal. Las heces normales que pueden eliminarse fácilmente se parecen a los tipos 4 a 6. Los tipos 1 a 3 son grumos secos difíciles de pasar que pueden causar dolor.

Posible indicador de estreñimiento funcional

Tipo 1: Heces duras y pequeñas que parecen nueces

Tipo 2: Heces con forma de salchicha o grumosas

Tipo 3: Heces que parecen una salchicha pero con muchas grietas en la superficie

Heces normales

Tipo 4: Heces que parecen una salchicha o serpiente y son suaves y lisas

Tipo 5: Masas blandas con bordes bien definidos

Tipo 6: Piezas esponjosas con bordes irregulares o heces blandas

¿Por qué un bebé retiene la popó?

A algunos niños no les gusta hacer popó a causa de experiencias previas dolorosas al evacuar. Por lo tanto, retienen sus heces y, esto puede causar más estreñimiento, generando dolor al hacer popó y un círculo vicioso que puede ser difícil de romper. Así se genera el comportamiento de retención de la popó:

El niño se niega a ir al baño.

Los glúteos se aprietan fuertemente para retener las heces.

La materia fecal es empujada hacia la válvula del recto.

Las heces se acumulan, se endurecen y se produce el estreñimiento.

Causas principales del estreñimiento

Los niños pueden estreñirse por una variedad de razones. Si las heces de tu bebé son muy pocas o muy irregulares, es difícil atribuirlo a solo una causa. A continuación, te mostramos algunas posibilidades por las que tu bebé podría estar estreñido:

No estar listo para el entrenamiento para dejar el pañal o no tener la capacidad para controlar las evacuaciones intestinales.

Tomar medicamentos como jarabe para la tos y medicamentos para la diarrea que pueden causar heces secas.

Sentirse emocionalmente estresado por cambios en el entorno familiar, como tener un nuevo hermanito, cambios en los horarios o en la rutina.

Tener un trastorno que está relacionado con el colon, recto u otras funciones corporales.

Cómo aliviar el estreñimiento de tu hijo/bebé

Si tu bebé presenta síntomas de estreñimiento, lo más sensato es llevarlo al doctor para recibir atención médica. Así, tu pediatra podrá recetar laxantes adecuados para aliviar el estreñimiento de tu hijo.

Una vez que tu bebé haya recibido atención médica, puedes tomar algunas medidas para reducir la probabilidad de que vuelva a sufrir de estreñimiento. Por ejemplo, puedes proporcionarle alimentos ricos en fibra como frutas y verduras y hacer que beba más agua para aliviar su estreñimiento. Asegúrate que tu bebé consuma alimentos sólidos con mucha fibra por lo menos tres veces al día.

Otra forma es animando a tu hijo a adoptar buenos hábitos para ir al baño que pueden ayudar a facilitar la experiencia de hacer popó. Esto incluye:

Adoptar una postura cómoda para sus piernas y pies mientras está sentado en el inodoro.

Tomar una respiración profunda y mantenerla mientras se esfuerza para hacer popó.

Cuándo ver a un doctor

Tu hijo podría estar sufriendo de estreñimiento debido a cualquiera de las razones anteriores. El remedio podría ser tan simple como alimentar a tu hijo con más frutas y verduras o introducir mejores hábitos de baño como adoptar una postura cómoda. Sin embargo, es importante visitar a tu pediatra para evaluar su salud si tu hijo presenta dificultades para comer:

Dificultades para comer