Estos colores pueden indicar signos de sangrado o problemas de digestión en tu hijo, por lo que se debe consultar a un pediatra de inmediato¹.
Estas formas indican signos de deshidratación, fibra insuficiente, una dieta inadecuada y/o estrés². Es indispensable que consultes al médico si tu pequeño presenta este tipo de heces.
Además de asegurar que tu hijo tenga una ingesta de líquidos y fibra correctos, así como la cantidad de actividad física adecuada, puedes seguir estos consejos para lograr unas buenas popós: