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Alimentos seguros, la responsabilidad de los padres

El entorno del hogar puede ser a veces como un pequeño campo minado para un niño. Además de los accidentes comunes dentro de la casa, una de las razones más frecuentes de la hospitalización de un niño es normalmente la negligencia de sus padres con respecto a una alimentación segura. Ya que un niño pequeño tiene un sistema inmune más débil en comparación con un adulto, los padres deben ser especialmente cuidadosos cuando proporcionan alimentos a sus hijos. 

Si compras alimentos congelados, refrigéralos tan pronto como llegues a casa para prevenir el crecimiento de bacterias. Estos alimentos también deben ser consumidos pronto, ya que refrigerarlos por un largo tiempo reduce su frescura. ¡Ponerle un alto al crecimiento bacteriano es la clave para prevenir la intoxicación por alimentos! 

Con respecto al proceso de lavado, realmente varía de acuerdo al tipo de comida. Por ejemplo, las verduras deben ser lavadas con agua antes de cocinarlas, y el área del tallo debe ser cortada porque los pesticidas tienden a acumularse ahí. De ser posible, sumerge las verduras en agua con sal por un tiempo antes de cocinarlas. Con respecto a las frutas, es mejor pelar una pequeña porción de la carne junto con la piel, ya que algunos pesticidas pudieron haber penetrado en ellas. 

Cuando laves pescado, asegúrate de lavar bien las partes escurridizas y con sangre. Los pescados de agua salada pueden ser lavados con agua salada. Con respecto a las carnes, es mejor remover las grasas porque los alimentos residuales y los pesticidas se pueden acumular ahí. También puedes cortar la carne en pequeños pedazos y hervirlos por medio minuto antes de cocinarla. Esto ayudará a remover los tóxicos residuales en la carne. 

Ya que el propósito de lavar es eliminar las bacterias y los gérmenes, esto se ve afectado si quien lo hace no tiene una buena higiene personal. Por ello, los padres siempre deben lavarse las manos antes de cocinar, y quitarse los accesorios tales como anillos o relojes, para que las bacterias acumuladas en los pequeños rincones no contaminen la comida. También recuerda lavarte las manos después de cambiarle los pañales a tu pequeño y antes de entrar en contacto con los alimentos nuevamente. 

En general, calentar los alimentos a 75°C por más de un minuto es adecuado para eliminar la mayoría de las bacterias. Al calentar una sopa, asegúrate de hervirla otra vez y comprueba que tenga una temperatura adecuada antes de servirla a tu bebé.