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Consejos útiles de alimentación durante el embarazo

Una dieta nutritiva y equilibrada durante el embarazo te beneficia a ti y a tu bebé. No sólo ayuda a que tu bebé se desarrolle bien en tu útero, sino que también puede aliviar las molestias del embarazo como vómitos, acidez estomacal, mareos y náuseas. No sólo ayuda a que tu bebé se desarrolle bien en tu útero, sino que también puede aliviar las molestias del embarazo como vómitos, acidez estomacal, mareos y náuseas. Seguir estos consejos alimenticios es uno de los buenos hábitos para madres embarazadas que apoyarán el desarrollo sano de tu futuro bebé.

Échale un vistazo a tus necesidades nutricionales, etapa por etapa:

Primer trimestre (concepción - 12 semanas)
Durante el primer trimestre, tu bebé se está desarrollando rápidamente, desde un puñado de células (embrión) hasta ir cobrando una apariencia humana con ojos, orejas, dedos de las manos y dedos de los pies, órganos vitales y genitales. Es posible que experimentes una serie de malestares del embarazo conforme el cuerpo se adapta a esa oleada repentina de hormonas y cambios, tales como vómitos, frecuentes ganas de orinar, acidez estomacal, antojos de comida y aversiones a algunos alimentos, náuseas, mareos y fatiga.

Para combatir los malestares tempranos del embarazo, come comidas ligeras, frecuentes y ricas en fibra seis veces al día. Las frutas y los refrigerios saludables con un ligero sabor ácido (sabores cítricos) pueden ayudar a disminuir las náuseas. Algunos de los alimentos que debes evitar durante el embarazo son los educolorantes artificiales y la comida picante y grasosa. También es hora de que dejes de fumar y beber alcohol, además de reducir drásticamente las bebidas con cafeína. Si tienes molestias graves, busca atención médica de inmediato.

Segundo trimestre (semanas 13-28)
Entre las 13 y las 28 semanas, tu bebé habrá desarrollado órganos, músculos y sistema nervioso plenamente funcionales. Una vez que llegas al segundo trimestre, ciertas molestias como las náuseas y la fatiga deberían reducirse, mientras que tu pancita cada día se vuelve más prominente.

Consume alimentos ricos en proteínas como nueces, semillas, carne roja magra, aves como el pollo o pavo, pescado, leche pasteurizada y productos lácteos. Además, incluye en tu dieta grasas y aceites saludables como ácidos grasos mono y poliinsaturados (Omega-3 y Omega-6), que se pueden encontrar en ciertos aceites vegetales (aceite rojo de palma, aceite de oliva), nueces, semillas, pescados y mariscos.

Tercer trimestre (semanas 29-40)
Los órganos de tu bebé ya deberían estar completos y completamente funcionales, y mientras que él está creciendo más cada semana, su peso estará poniendo presión sobre tus órganos, causando que sientas una falta de aire y ganas frecuentes de orinar, así como un aumento de apetito.

A medida que aumentan las necesidades nutricionales de tu bebé, necesitarás de muchas proteínas, ácido fólico, calcio, hierro y vitaminas para tener una nutrición completa. Un impulso adecuado en tu nutrición y la proporción adecuada de carne y verduras puede prevenir el sobrepeso materno o un aumento excesivo en el tamaño del bebé que cause un parto anormal, lento o difícil.

Ten en cuenta que las necesidades nutricionales de cada mamá y bebé pueden ser diferentes, por lo que es importante que te realices exámenes prenatales periódicos para asegurarte de que tú y tu bebé están desarrollándose de manera segura y saludable.

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¡Datos geniales acerca del aeróbic acuático que las mujeres embarazadas deben saber!

Según datos de una Asociación de Ejercicios Acuáticos, la resistencia al agua es cerca de 12 - 15 veces más que la resistencia en tierra firme. El ejercicio en tierra firme es más estresante para las mujeres embarazadas debido a la gravedad, y también se es más propensa a sufrir lesiones en las articulaciones. En vez de ejercitarte en tierra firme, los aeróbicos acuáticos te dan una intensidad de ejercicio similar a las mancuernas u otras herramientas del ejercicio, gracias a la resistencia del agua. Ésta mejora la fuerza muscular de diversas partes del cuerpo sin presionar tus articulaciones. Además, cuando tu pecho está bajo el agua, la capacidad del corazón puede incrementar en un 27 - 30% en comparación con tierra firme. La contracción del corazón se vuelve más fuerte, incrementando la capacidad pulmonar y el nivel de oxígeno en la sangre. Los expertos creen que es bueno este tipo de ejercicio durante el embarazo porque ayuda a activar el desarrollo celular cerebral del feto, y al mismo tiempo previene lesiones en las madres embarazadas.