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Alimentos que debes evitar durante el embarazo

Sacarina
Quizá pienses que la sacarina y el azúcar son lo mismo, pero mientras el azúcar es extraída de la caña de azúcar y del betabel, la sacarina es refinada del alquitrán de hulla y no tiene valor nutricional. Evita productos que contienen sacarina, tales como endulzantes artificiales, bebidas, dulces y galletas. Demasiada sacarina en tu cuerpo puede causar indigestión, dificultando la habilidad de tu tracto gastrointestinal para absorber nutrientes esenciales. Además, un aumento de sacarina ha sido ligado a daños en los riñones.

Picantes
Utiliza especias en pocas cantidades como, pimienta, clavo de olor, anís estrella, hinojo, canela, pimiento y chile en polvo. Durante el embarazo, tus intestinos están relativamente más deshidratados. Las especias son estimulantes, lo cual puede causar una reducción de líquido en el intestino, que podría llevar al estreñimiento y obstrucción intestinal.

Sal
Toma menos de 20 gramos de sal (cloruro de sodio) al día, porque mucha sal puede causar inflamación (edema) y presión sanguínea alta. Si sufres enfermedades relacionadas con el corazón y los riñones, o hipertensión inducida por el embarazo, debes evitar comer sal, o cambiar a sal baja en sodio desde el inicio del embarazo.

Alimentos ácidos
Muchas mujeres embarazadas son incitadas a comer alimentos ácidos para aliviar algunos malestares durante el embarazo tales como náusea y dolores de cabeza, mientras que algunas toman grandes cantidades abusando de medicamentos ácidos como aspirina o Vitamina C. Francamente, es mejor reducir los alimentos ácidos y evitar los medicamentos ácidos completamente, especialmente durante las dos primeras semanas del embarazo, como recientemente lo demuestran investigadores, estos pueden causar defectos de nacimiento en los bebés.

Pescado salado
Evita el pescado salado, ya que puede contener nitrosaminas que son causantes de cáncer (cancerígenos). Un producto que se utiliza para curar al pescado es nitrito de sodio. Esta substancia puede transmitirse a través de la placenta y provocar malformaciones congénitas no hereditarias, afectando el crecimiento del feto.